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Palabras

Palabras

El mundo no necesita palabras. Se define a sí mismo
en el sol, en las hojas y en las sombras. Las piedras del camino
no son menos verdaderas por no estar catalogadas.
Las hojas dominan el dialecto puro de la existencia.
El beso estará completo aunque no se diga nada.

Una palabra se transforma en otra cosa:
ilícito, casto, rutinario, conyugal, furtivo.
Incluso decir beso traiciona la confusión de las manos
que rozan la piel o tocan los hombros, la lenta flexión
del cuello, el suave encuentro de las lenguas.

Y aun así las piedras son menos reales para quien no puede
nombrarlas o leer las mudas sílabas talladas en silicio.
Ver una piedra roja es diferente que verla jaspeada:
el cuarzo metamórfico, pariente del pedernal con que los kiowa
labraron sus flechas. Nombrar es conocer y recordar.

El sol no requiere elogios por perforar nubarrones
e iluminar las rocas y las hojas, para luego disolver
cada gota traslúcida en las nubes que las engendraron.
La luz no requiere elogios, pero la elogiamos siempre:
mejor que nosotros y que las vanas palabras que convocamos.

Words

The world does not need words. It articulates itself
in sunlight, leaves, and shadows. The stones on the path
are no less real for lying uncatalogued and uncounted.
The fluent leaves speak only the dialect of pure being.
The kiss is still fully itself though no words were spoken.

And one word transforms it into something less or other—
illicit, chaste, perfunctory, conjugal, covert.
Even calling it a kiss betrays the fluster of hands
glancing the skin or gripping a shoulder, the slow
arching of neck or knee, the silent touching of tongues.

Yet the stones remain less real to those who cannot
name them, or read the mute syllables graven in silica.
To see a red stone is less than seeing it as jasper—
metamorphic quartz, cousin to the flint the Kiowa
carved as arrowheads. To name is to know and remember.

The sunlight needs no praise piercing the rainclouds,
painting the rocks and leaves with light, then dissolving
each lucent droplet back into the clouds that engendered it.
The daylight needs no praise, and so we praise it always—
greater than ourselves and all the airy words we summon.

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Poema incluido en La oscuridad intacta. Poemas escogidos © Pre-Textos, 2020. Todos los derechos reservados. Traducción de Gustavo Solórzano-Alfaro.

Gustavo Solórzano-Alfaro (Alajuela, Costa Rica, 1975) es autor, entre otros libros, de Nadie que esté feliz escribe (Santiago de Chile: Nadar Ediciones, 2017).

Fotografía de Joshua Hanson.