Samoa・Blog

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Boobsweat o edición de textos

Luego vinieron
las tardes al cine
sin calzones
y cuando le confesaste
que nadie
te había dicho antes
 “qué buena
aureola”.

Como Afrodita
nunca fuiste niña.

Desde el baño
al fondo del bar
aparecías entre la niebla
a sentarte con otros.

Vi el brillo de gotas minúsculas
de sudor entre tus tetas.

De madrugada
escribí algo sobre el rocío
de un jardín imaginario
que borré todos los días siguientes
por un par de décadas.

Fotografía de Mesh.